Claves para tratar con la angustia

¿Qué es la Angustia?

¿Cuántas veces has sentido un puño que te oprime el pecho, una falta de aire que te obliga a suspirar varias veces al día?

Esa sensación displacentera y punzante,  de duración media, es lo que llamamos angustia.

La angustia es una emoción  y, como toda emoción, nos permite adaptarnos a una nueva circunstancia.

Es importante hacer una clara diferencia entre angustia y  ansiedad. La ansiedad  es un estado de extrema alerta ante lo que nuestro cerebro reconoce como un peligro, aunque no tengamos muy claro a qué se refiere (objeto)  y que puede prolongarse intermitentemente mucho tiempo

El miedo, en cambio, tiene un objeto claro y especifico,  tenemos miedo a: el fracaso, la muerte, la soledad;  los perros, la montaña rusa etc.

En cuanto a los procesos de duelo,  la angustia está  presente en las primeras etapas,   lentamente y con el paso del tiempo, va mermando su intensidad,  a medida que  nos vamos adaptando a la nueva situación que plantea la pérdida.

Freud hizo una clara diferenciación entre Angustia realista  y  Angustia del YO

La primera nos habla de una reacción a algo que nos conmueve profundamente, muchas veces por identificación, como cuando vemos un video o una peli y lloramos mucho. Es un estado del que nos es bastante fácil salir mediante la distracción o la incorporación de nuevas imágenes o pensamientos.

En cambio la angustia del Yo es lo que se considera  como la emoción verdadera en la que está implícita una decisión (muchas veces inconsciente) entre lo que deseo y lo que rechazo.

Bueno ahora ya sabes mucho más sobre esa sensación tan peculiar que a veces te hace la vida muy difícil….vamos a ver cómo podemos salir de ella

1-Debemos aceptar que está allí, nombrarla y darle la atención necesaria.  Intentar salir corriendo sólo hará que se disparen otros mecanismos

2- Darle su justo tamaño e importancia. Como todo, las emociones tienen un ciclo vital y al final terminará.

3- Poner foco en lo que la angustia me está señalando y no en ella misma, por ejemplo: si siento una enorme angustia  porque se ha perdido mi perro, no es útil quedarme en la pena sino hacer lo que esté en mi mano para encontrarlo.

4-  Tomar Acción como respuesta, hacer algo para encontrar el origen de lo que me angustia y para eso puedo  meditar, salir a caminar, escribir los pensamientos que me aparecen y conversar con un profesional

 

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